El Wellness expande su radio de influencia, ahora, hacia
el mercado inmobiliario, creando una nueva forma de entender el Bienestar.
Wellness.-
Qué bien nos
sienta estar “bien”,
de esta idea nació
hace años
la palabra anglosajona “Wellness”,
aunque debemos escribir la verdad para no olvidarla nunca: el culto al cuerpo y a su bienestar nace con la misma condición del ser humano, en la
antigüedad,
en forma de tratamientos de salud utilizando el agua como medio vehicular para
mejorarla, en la actualidad, con multitud de tratamientos generados por
especialistas.
Todo evoluciona, y ya no nos basta con ir regularmente a
sesiones con profesionales, queremos más, y, por
supuesto, lo conseguimos. El término Wellness Real Estate está
de moda, nace de la mezcla de dos sectores de gran importancia en las
sociedades modernas: el Inmobiliario
y el del Bienestar, por separado
generan movimientos de más de un billón
de euros anuales, juntos, aún está
por ver, aunque se estima que este año alcancen los 55 mil millones de euros
(¿No
está
mal, eh?).
Por supuesto, la idea original nació
en Estados Unidos, en el laboratorio
del Mundo (que dirían
muchos), un grupo de personas valoraron la posibilidad de aumentar las
prestaciones de nuestros edificios introduciendo, además
de las variantes de sostenibilidad y cuidado medioambiental, la del cuidado de
la salud. Así,
los edificios no sólo servirán para que residir, trabajar o disfrutar
en ellos, también nos protegerán física y mentalmente
(todo un propósito).
¿Cómo y por qué?.-
Está demostrado:
las personas
saludables
generan más felicidad a su alrededor,
son más
optimistas y vitales, más
productivas y altruistas. Es bueno para la sociedad en general que el ser
humano se sienta bien consigo mismo, bueno para las empresas, para las
administraciones y hasta para nuestros vecinos. Las personas pasamos mucho
tiempo en edificios (alrededor del 90% de nuestras vidas…
o más),
y, si los construimos saludables, con determinadas actuaciones, lograremos que
alarguen nuestra esperanza de vida y mejoren nuestra salud.
El pasado año la
sociedad Wellness Building Standard® certificó
2 millones de metros cuadrados en Estados Unidos, Europa, Asia, Australia y
Oriente. La entidad que acredita lo hace en torno a 7 variables: aire,
agua, luz, fitness, nutrición, confort y mente, las cuales se desarrollan en
540 requisitos que tienen que observarse en las construcciones, estas
premisas son fruto de siete años de investigación con profesionales de la
medicina y la ciencia, de la ingeniería y la arquitectura.
La sociedad encargada de la certificación es administrada por el International
Well Building Institute (IWBI), una corporación de beneficio público
encargada de velar por la mejora de la salud humana y el bienestar a través del
entorno construido. Para mayor garantía es otra empresa, la Green Building Certification (GBCI) la
que expide el certificado, ésta, también se encarga de los certificados LEED
y las acreditaciones de profesionales LEED y presumen de ser la primera
organización internacional que reconoce la excelencia en la industria verde y
su práctica a nivel mundial.
Los requisitos que se le exigen a los edificios son muy variados y
dependen de la tipología de los mismos y su uso. Por ejemplo, se revisa el
uso de materiales, siendo apreciados lo que no ensucien nuestro aire, neutralicen
olores, eliminen bacterias o disminuyan el ruido interior.
Otras variables incluyen la eficacia de los sistemas de ventilación, la
depuración del agua, la protección frente a las radiaciones, la acción
antimicrobiana de las encimeras, sistemas de iluminación circadiana (se
auto-regulan en función de la luz exterior para facilitar nuestro ritmo
biológico), así como el diseño, que debe influir en nosotros mediante la mejora
de nuestro estado de ánimo.
En España.-
En España también construimos saludablemente, de hacernos llegar esta
nueva filosofía se ha encargado la empresa Privalore, de
la mano de su CEO, Jorge Marqués, el primer español acreditado por el
Well Building Institute. El señor Marqués ha estado vinculado al sector
inmobiliario (dentro del bancario) y a la comercialización de tecnologías del Bienestar,
así que algo del “mundillo” ya sabía antes de iniciar la aventura.
Con más de 15 años
de experiencia en el sector (del personal, se entiende), Privalore saltó al mundo de
los Promotores con tres premisas que
realmente les hacen muy diferentes dentro del panorama inmobiliario actual. La
primera es la mentada Certificación Well (en sus variantes Silver, Golden o Platinum), con
la que garantizan el cuidado de las personas por parte del inmueble. La segunda
es la promesa de ser la primera
promotora con huella
de carbono
neutra, es decir, compensan las emisiones de
carbono que generan sus actuaciones con acciones en países
en desarrollo que las neutralizan (eliminan carbono fuera de “casa”,
por decirlo de otra forma).
La tercera premisa, que los diferencia del resto, es que son
una plataforma Crowdfunding desde la que cualquier persona puede involucrarse en
los proyectos de rehabilitación, según
dicen, pudiendo alcanzar entre el 12 y
el 17% de beneficios en ocho meses. De hecho, ya han invertido 1,2 millones
de euros en cinco viviendas reformadas de forma integral, de los que 450.000
euros han estado vinculados a inversores particulares.
La empresa lo tiene todo bien estudiado, y, desde luego,
pinta muy bien. Desde tu sofá podrás
invertir en una de las rehabilitaciones que te proponen, y de la que ya son
propietarios, ellos mismos se han
encargado de valorizar las posibilidades mercantiles del inmueble así que apuestan con fuerza en su propio producto.
Con esta idea logran cuidar el medioambiente, la calidad de vida del futuro
usuario del inmueble y el bolsillo de sus inversores, un “pleno” que dirían
algunos.
Todo ello se une a una inversión
de 2 millones de euros para la
financiación de la compra de viviendas en
España y su posterior rehabilitación con acabados Wellness. Según
la propia inmobiliaria, Privalore, “estos fondos, aportados por
inversores séniores, suponen el aval a un modelo de negocio que, pese a
su juventud, ya está dando
exitosos frutos”.
La empresa podrá
adquirir 60 nuevas viviendas durante los próximos tres años,
formalizando así
un modelo de negocio inmobiliario único en el
país
y dando posibilidad a otros inversores (por medio del mentado Crowdfunding) de incorporarse a la
rehabilitación
que más
cuida nuestro bienestar, consiguiendo, además,
beneficios por ello.
Hay que felicitarles no sólo por la
idea, también
por su puesta en práctica, su página web es sencilla, nítida y eficaz, responden a casi cualquier pregunta que te
puedas plantear antes de que lo hagas (se nota la
experiencia previa). Para saber, sin embargo, si quieres interactuar con la
empresa debes responder afirmativamente a estas dos preguntas clave: ¿Serías
capaz de invertir entre el 3 y el 10% más en la
compra de un inmueble que te proteja? ¿Quieres ser
promotor de la rehabilitación de una
vivienda con huella de carbono cero que genere bienestar a sus usuarios y
beneficios para ti?
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