Los precios de los áticos que circundan el parque más
famoso del Mundo no paran de subir, el precursor de este fenómeno tiene nombre:
el One57.
El One57
Nikolai no paraba en Nueva
York, la ciudad se había convertido en el patio de sus inquietudes, en el motor de sus
deseos. Para él, la populosa urbe de
Norteamérica no dejaba de ser un
estupendo lugar para experimentar con su recién estrenado título de Arquitectura, un sitio donde empezar a conquistar el Mundo
(ese era el plan), para, con suerte, compartirlo algún día con su añorada española (Sandra), de la que
tuvo que despedirse hacía ya casi un año.
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