Muros de Piedra

Básicamente existen dos tipos de muros: los que se utilizan para la contención de tierras y los demás.

Evidentemente, dentro de estos dos tipos se pueden subdividir en cuantos queramos: los que utilizan piedra en seco, los que tienen amarre de las piedras con argamasa o diferentes cementos, los que buscan homogeneizar la cara exterior con mampuestos de tamaños definidos o los dejan al libre albedrío, los que son esculpidos, lo careados, los aplacados, los que sirven simplemente de adorno, los que limitan parcelas, los que sirven de muros de sótano o forman parte de un sistema estructural...

Aquí, en Canarias, se ven claramente todos los tipos de muros expuestos y algunos más. No faltan las construcciones de siglos atrás donde las paredes están constituidas por muros de piedra en seco, trazando el perímetro (normalmente rectangular) y dejando huecos con diferentes dinteles. De estos dinteles el más usual es el de una tabla de madera apoyada en los laterales o jambas y que soporta el resto de piedras puestos en la parte superior transmitiendo su carga. También se pueden ver dinteles de piedra ya sea en horizontal, transmitiendo la carga a los laterales (para ello cuanta más superficie estén introducidos en la pared mejor), o en forma de arcos transmitiendo la carga a las jambas, dichas jambas tendrán que asumir el peso. Este sistema, el de arcos, es el mejor en cuanto a durabilidad y transmisión de cargas se refiere.

En las islas con disposición de los terrenos más abrupta, se pueden ver muros de contención de tierras de piedra natural de varias decenas de años, por no decir cientos. El fin de estos muros era el de tener suficiente superficie para el sembrado y recolecta de las diferentes cosechas. La mayoría conserva el estado y consistencia con el que fueron constituidos debido a su gran resistencia y a que, se constituyen en seco mediante aplomado de sus laterales y con compactación del terreno adjunto a ellos, dejando huecos o intersticios por los que el agua pasa de forma natural sin causar empujes excesivos que destruirían el muro.

Podemos imaginarnos fácilmente el coste de estos muros, realizados a día de hoy sería excesivo, principalmente por la mano de obra que se requeriría en la laboriosa tarea de elegir las piedras o mampuestos idóneos, colocarlos pacientemente, e ir, hilada por hilada, comprobando la compactación del terreno. Se que me diréis que actualmente también se hacen, pero estos sistemas son otros, más rápidos y versátiles, y, además, siguen siendo costosos.

Los muros de piedra realizados en la actualidad se realizan elevando a ambos lados del muro laterales con piedras de diferentes tamaños, adaptando los huecos con ripios (o piedras de pequeña magnitud), para en su interior verter hormigón, se forma así un muro mixto entre piedra y hormigón. Para ello lo primero que tenemos que hacer es definir una zapata donde irá apoyado el muro debido a que, de otra forma, corremos el riesgo de que el asentamiento del terreno nos produzca fisuras. Lo segundo replantear la cara exterior y la interior del muro, para ello utilizaremos hierros o tablas de madera que nos definirán los puntos a ambos lados. Dichos elementos podremos inclinarlos cuando la terminación del muro sea en talud, eso si, deberán tener todos la misma inclinación. Mientras elevamos los laterales de piedra nos ayudaremos de estos elementos verticales y un hilo para llevar las piedras al sitio, calzandolas con los ripios y dejando el hueco interior para el relleno con hormigón. Después podremos ir rellenando el interior del muro, este relleno debe hacerse con cuidado para no empujar excesivamente las piedras.

Si el muro es a una cara sólo tendremos que colocar un lateral de piedra, pero en su interior deberemos poner tuberías de drenaje y láminas impermeabilizantes para evitar el empuje de las tierras húmedas.

Los muros de piedra son costosos y, a pesar de su durabilidad y consistencia, muchas veces nos vemos obligados (por razones estructurales, económicas o de tiempo de ejecución) a fabricar muros de hormigón armado o de bloques de hormigón vibrado con piedras vistas o aplacados como revestimiento.

Estos deben realizarse teniendo en cuenta varios aspectos como son: la dilatación entre las distintas piezas, la porosidad de la piedra a colocar y la conveniencia o no de introducir elementos metálicos de sujeción.

En la foto vemos como un muro con a priori todas las garantías para que no se lasque (suficiente junta para dilatación e inclinación mayor de noventa grados que favorece la no caída del elemento), termina perdiendo varias de las piezas que conforman su piel...

¿Sabe alguien donde se encuentra este Muro?




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